Bajo la sombra del roble, los niños juegan a ser libres, y la risa resuena organizando la eternidad.
Cada hoja que cae es un susurro de sabiduría, y el viento se lleva la carga del ayer.
- María Zambrano
Bajo la sombra del roble, los niños juegan a ser libres, y la risa resuena organizando la eternidad.
Cada hoja que cae es un susurro de sabiduría, y el viento se lleva la carga del ayer.